CHAN.MX

Cuando iba en la preparatoria, al viajar en autobús era muy común que se subieran parejas de novios y en ocasiones sucedía que cuando estaba lleno y había un asiento vacío a mi lado, algún chico le decía a su novia que se sentara (simple caballerosidad), y yo volteaba a ver si había algún asiento vacío. Si había alguno, le decía al chico que si quería se sentara con su novia, que me iría a otro asiento. Normalmente se sorprendían, y yo mismo pensaba en que seguramente nunca alguien haría algo así por mí, pero no me importaba. Actualmente que tengo novia, en una ciudad diferente a la que vivía, hay un chico que, a pesar de no conocernos a ninguno de los dos, cada vez que nos ve subir al autobús y ese chico tiene un asiento vacío al lado, nos dice muy amablemente que nos sentemos juntos, incluso a veces llegando a viajar parado. No sé si sea alguno de esos a los que yo una vez le permití lo mismo, creo que lo recordaría, pues a pesar de que mi novia y yo le agradecemos con mucho fervor, no hemos tenido alguna conversación como tal. Son este tipo de detalles en la vida, lo que me hace pensar que realmente existe el Karma y el Dharma, a veces cuando me sucede algo malo me pongo a analizar y resulta que efectivamente actué mal en algunos momentos o días anteriores, y viceversa.