CHAN.MX

Esto me pasó alrededor de tres semanas.

Lo que más quiero destacar es el echo de que esto fue una indicación que debía cambiar de rumbo de vida, no es que haya tomado una decisión súper importante que implicaba un riesgo enorme en mi vida en ese momento, pero fue un paso clave para las cosas que en un principio había deseado, por lo que, como tal, puede que si sea ya una decisión que cambió el rumbo completo de mi vida.

Llevo ya dos años y medio en las prácticas de meditación, empezando por 10 minutos y hasta ahora llegar a los 40 minutos, pero nada se a parecido a esta sensación.

> meditar
> mi mente empieza a ser llevada a lo largo de diversos escenarios imaginarios
> esos escenarios son creaciones mías, situaciones y escenas falsas
> no soy mi mente, no soy mi cuerpo
> los pensamientos son muy intensos, me llevan como una corriente de río, no puedo sostenerme
> de pronto, algo externo me habla
> no es voz sino un pensamiento
> no soy yo, es un pensamiento externo y por tanto se percibe como si fuera una voz distinta
> no es una voz, es mi propia mente que se le acaba de ocurrir una idea increíble
> el pensamiento me pregunta: ¿y porque no miras hacia arriba?
> algo me sostiene del mentón
> no es una mano, pero si una fuerza que me levanta la mirada cerrada hacia arriba
> por un momento, a través de una vista no percibida por los ojos, se ve una oscuridad
> la mirada se alzaba más rápidamente
> empieza viéndose la orilla de un foco de casa grande, pero luego la luz me invade.
> se siente tan bien, es un orgasmo en todo mi cuerpo, es muy potente. Siendo hombre, la sensación se asemeja al cosquilleo y calambre físico del pene durante la eyaculación en el sexo, pero elevado a la quinta potencia, en todo el cuerpo, en la piel, en los músculos, en los órganos que componen mi cuerpo, mis ojos se cejaron y dejaron que toda esta luz consumiera mi carne. De pronto, se siente como si mi cuerpo esta en riesgo de desmoronarse, siento como una araña empieza a caminar desde mi barriga a mi cuello.

> instintivamente quito la mirada de la Luz, mi meditación se interrumpe repentinamente por el susto
> me doy cuenta que el cordón de mi sudadera en la que siempre medito estaba en contacto con mi piel. Era la araña.


Investigó y me entero que esta luz, podría ser Dios. Si me quedaba más tiempo mirando lo suficiente, me unificaría con el, abriendo mi tercer ojo en el proceso. Hubiera despertado de la matrix. Pero esto fue una decisión inconsciente, no aguante soltar mi cuerpo por lo que supongo que aún no estoy listo. Aún así. Me encuentro agradecido por sentir de primera mano haber visto la luz que perfora esta caverna que Platón había mencionado hace años.