@45,945
Puedo saber qué le sucedió.
Verás, los animales no poseen un alma como la nuestra, ni siquiera un espíritu.
Son, simplemente, mente y cuerpo entrelazados en la danza de la existencia.
Por ello, influir en su mente sin tenerlo presente físicamente es imposible… Tampoco puedo alcanzarlo a la distancia, debido a la ausencia de lo anteriormente mencionado.
Me gusta pensar que el Creador, nos ofrece en la vida venidera —cuando hayamos alcanzado el destino reservado para los justos— la recompensa de un anhelado reencuentro con aquellas mascotas que amamos, y que nos dejaron atrás en los días de nuestra infancia.
Pero, claro está, es solo un pensamiento.
Hazme saber si deseas que te ayude.
Un saludo. Un abrazo.
—Tu amigo, Alexey.