CHAN.MX

Las drogas son una herramienta pero no son la solución. Dentro de mi circulo de amigos cercano, la mayoría son "drogadictos funcionales" que por más viajes que tengan con sustancias psicotrópicas, siguen en las mismas situaciones dolorosas. Cómo dice el dicho: "No hay peor ciego que el que no quiere ver" y si alguien no tiene la verdadera apertura de enfrentarse a si mismo y sanar sus heridas, las drogas no le harán ni mierdas.
A mi me pasó, en mi primera vez sentí que accedí a una dimensión de conocimiento increíble pero al volver a la tierra regresé a la misma realidad y yo seguía siendo el mismo.
Hace tiempo fui a terapia y después volví a tener un viaje pero ya estaba en un proceso de sanación de heridas que había iniciado en terapia y fue tremendamente revelador y muy positivo para mi vida personal. Me ahorró más años de terapia pero eso sucedió porque usé la sustancia como una herramienta y ya estaba a la mitad de un proceso y eso me permitió crecer como persona.
Hay mucha banda que se queda en el viaje y después de haber tenido una experiencia creen que lo que ven en los viajes es la verdad literal, cuando en realidad, es información que debe tomar forma en el mundo real, volviéndolo sabiduría.
No digo que lo que dices no sea verdad, pero las drogas psicotrópicas no son para todos. Hace tiempo empecé a estudiar budismo Zen en un grupo con maestro y se nos dijo que no deberíamos consumir drogas ya que, hay ciertos procesos que debemos vivir. El maestro lo explica como escalar una montaña, subirla lentamente y enfrentar todas las adversidades que conlleva, consumir una droga psicodélica es como tomar un helicóptero que te lleva directamente a la cima sin haber vivido todo el proceso necesario, eso provocará que la persona sólo termine más confundida.
Así que, ninguna droga ayudará a nadie si no está viviendo el proceso necesario para crecer y evolucionar. Ver a Dios o alcanzar la Iluminación no sirve de nada si no hace un trabajo constante al volver al mundo real, un trabajo en el cual, algún día no se necesite nunca más consumir alguna sustancia de nuevo y uno pueda tener una vida espiritual sostenible por si misma.