@14,937
Esta historia es algo más actual, aproximadamente del año pasado, espero que no les moleste el desorden cronológico.
Pues bien, el año pasado mi situación económica me mantenía viviendo con mi madre y su pareja, la casa era bonita, pero la ubicación realmente mala, una casa enorme alejada de la civilización y rodeada solo por vacas y campos de cultivo. Siendo alguien más citadino obviamente el cambio de la ciudad a un rancho fue algo brusco.
En fin, un día después de una cita con amigos decidí regresar ya por la noche a casa de la pareja de mi madre, una amiga subió al mismo taxi que yo para que pudiéramos llevarle primero a ella a casa. 
Al momento de mi amiga bajar el conductor me propuso ir adelante con el para conversar. Acepte ya que, cuando hay batería social o un posible intento de secuestro es mejor actuar amable.
El chófer comenzó a contarme varias historias, como había atendido pasajeros fantasma, visto brujas e incluso nahuales. 
Cuando se dio cuenta de hacia donde me llevaba el hombre se notó algo inquieto, procedió a contarme que el lugar a dónde íbamos (casa/rancho) antiguamente era una finca, pero que después de la revolución quedó abandonada para posteriormente se ocupada como sitio de cruising y brujería post-revolucionaria.
Debido a una gran inundación que hubo en la ciudad hace años la estructura de la finca cedió y se derrumbó, pero aún quedan algunos escombros los cuales siguen sirviendo para algunos rituales.
Al acercarnos más a la ranchería, el conductor se vio pasmado, y me volteo a ver con algo de miedo.
Obviamente extrañado le pregunté si pasaba algo.
El hombre me dijo:
"Hijo, tal vez no me creas, pero yo a veces puedo ver cosas, y lo que veo es que una bruja te está siguiendo"
Siempre he estado en contacto con cosas paranormales pero no al grado de que algo me siguiera, pensé que eran disparates solo para asustar, pero en eso nos quedamos en silencio un segundo y fue ahí cuando lo escuché.
El aleteo de algo con alas muy grandes y el gorgido de una lechuza.
Si son de México saben que está es la manera más natural en la cual relacionamos a la brujería (lechuza=Bruja).
Seguimos avanzando por el camino, intentando evitar el tema, pero pese a todo parece que el chófer tenía la razón, los aleteos y los gritos de la cosa iban tras nosotros. No tal cual una persecución, pero si como si de alguna manera el ave estuviera siguiéndome específicamente.
Al llegar a casa el hombre solo me dijo que evitará salir ya de mi cuarto, que cerrará puertas y ventanas y de ser posible, consiguiera un gato, ya que estos ahuyentan a las malas vibras.
Agradecí los consejos pero preferí ignorarlos.
Más tarde esa madrugada, después de salir al patio para fumar un porro seguía escuchando aleteos sobre mi cabeza, por más que enfocará la vista o tratara de ver en el cielo algo, no distinguía nada. Regresé a mi cuarto, el cual tenía un ventanal del tamaño de la pared, por la luz de fuera y la obscuridad del cuarto pude verlo. La silueta de una lechuza o un ave parada sobre los barrotes de protección, al correr la cortina para ver si seguía ahí esa cosa y saber que era de una vez... Nada. Una ventana vacía con vista a un valdio vacío. Esa noche no pude descansar del todo bien, entre los gritos del ave, sus aleteos y ahora, el constante rasguño a mi ventana.
Realmente no paso más allá de eso, y si fue coincidencia fue una bastante rara.