Te voy a contar una historia que me pasó cuando tenía 16 años en la carretera con los fenómenos que salen en la noche.
> Ser yo > 16 años > Hermano mayor de color Carlos V, invitarme recojer a sus vieja de su trabajo a su casa como todos los viernes. > Siempre sospechar que solo me invita porque le tiene miedo a conducir solo de noche y por su miedo a la oscuridad.
Para más contexto vivimos en el centro del país, donde hay más campos de cañas que casas.
Gracias a eso los pueblos se ven aislados en grandes mares de campos de cañas.
Es muy normal que la gente te robe por esos rumbos o de plano tengas accidentes graves por los putos carros cañeros. > Decirle que Simón, ya que siempre me compra unos hotdog y nos hechamos unas cervezas. > Toda la noche la pasamos platicando y comiendo mientras esperamos que salga su vieja para dejarla. > Una vez la dejamos en su casa y regresamos al pueblo, cruzando uno mar de cañas. > De pronto ver a lo lejos un vivero de jitomate y a la entrada de este 2 perros > Desde lo lejos ver qué uno es completamente oscuro y apenas ver rasgos más detallado de tan negro que era. > El otro era de un blanco y de igual forma poco se podía ver a detalle por la distancia. > No le tomamos mucha importancia, ya que ver perros en lugares así es bastante normal, lo más lógico era pensar que eran del velador del vivero. > Cuando nos acercamos a unos 30 metros
Decido que es buena idea saludarlos con un grito como el autista que soy. > Ninguno de los perros bb voltio en ningún momento. > Sentirme incómodo, ya que por lo regular los perros siempre voltean ante el ruido
>Caer en cuenta cuenta que no eran perros comunes. > Los 2 perros median lo de un gran danés promedio > Los 2 parecían labradores por el tipo de peleo que tenía. > Solo que el detalle es que el pero blanco llevaba pelo de mujer desde la punta de la cabeza, hasta la mitad de la espalda, de color café. > Mirar a mi hermano y ver cómo de pronto se volvió chocolate blanco. > Caer en cuanta de que si el también los ve no es una alucinación, ya que las alucinaciónes no son compartidas. > Hermano pisar a fondo el carro y rezando por qué no se apague el poderoso golf del 86. > Irnos en mach 3 > Llegar a casa y no contar está anécdota hasta 2 años después, sabíamos que nadie nos iba a creer
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