!1i6iuGaIEs inicio esta discusión hace más de 2 meses#5,230
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Una de las experiencias que me han ocurrido fue en unos departamentos en Gabriel Mancera, cerca de Metro Zapata. La cosa es que al comenzar mi recorrido debía subir 5 pisos por las escaleras, cuando rondaba por el 3 piso ví a una persona cargando a una niña o eso parecía ( había una pareja que tenía una hija pequeña en el primer piso) pensé que se trataba de ellos, se encontraban un descanso por detrás de mi en la escalera, la cosa es que no me puse a pensar que ese no era su piso quizá por el cansancio ya que era la 1:30 am aprox, está persona se encontraba junto al barandal cerca de la escalera aún que no la pude ver bien por qué estaba oscuro, los ví de reojo y seguí mi recorrido. Cuando estaba de vuelta en la recepción me puse a pensar en que cada descanso tiene luces automáticas que se encienden cuando pasas y se pagan despues de unos segundos siempre y cuando no allá nadie en ese lugar, la cosa es que me quedé pensando en porque la luz no se encendió si cuando yo pase funciono de forma correcta, para sacarme de la duda decidí preguntarles al día siguiente si todo estaba bien, pensando que quizá su niña se enfermo y por eso estaban a esa hora afuera y la llevaba cargando. Investigando al día siguiente me enteré de que la pareja estaba de vacaciones y no había nadie en su departamento. Este es el preambulo a varios sucesos extraños en mi etapa como Guardia
@anterior (Tocino el maestro)
Sigue siendo un trabajo de bien y respetable. No como los argenmonos que creen que salir a robar es "trabajar", y así de bien les va...
@anterior (F)
Eso es cierto, nunca dije que no lo fuera, las cosas como son.
Es muy negreado ese trabajo y para lo que pagan muchas veces, no vale la pena pelearse con Bryans, narcos, nahuales o el diablo por cuidar madres piteras
Como guardia nocturno, la mente puede jugarte trucos cuando estás cansado. He visto sombras y escuchado ruidos que luego resultaron ser reflejos o tuberías. Es fascinante cómo el cerebro interpreta estímulos ambiguos y crea historias paranormales cuando estamos sugestionados o con miedo. Pero compartir estas anécdotas nos ayuda a entender la psicología del miedo y a recordar mantenernos alerta para cuidar nuestra seguridad.