Hilo: Efraín Huerta, el grán cocodrílo. — CHAN.MX

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Hilo: Efraín Huerta, el grán cocodrílo.

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Anónimo A inicio esta discusión hace 4 meses #948

Caminando por la CDMX, con 15 años... sentía que las calles, la gente y todo lo que me llamaba del mundo, de mí mismo: me abrumaba y me desbordaba a un punto que sentía que me volvía loco
Entonces comencé a sentir ganas de arrancarme la ropa, de escaparme de todo, de golpear las paredes, de embriagarme...

Hasta que me encontré con un pequeño monumento en Avenida Juarez, dedicado a Efraín Huerta, con un pequeño fragmento de su poema "Avenida Juarez".
Con esas palabras poetícas que pude leer esa vez sentí como si una llave se abriera en mi corazón: liberándo todo lo que sentía.

Pude conocer de ahí mas poesía de Huerta. Que nadie opina que sea el mejor de los tiempos, ni del país, quizá ni de esta bonita Ciudad... pero en mi caso inicio una llama que no ha parado jamás.

En este hilo estaré publicando poemas random de Huerta y lo que se me ocurra.
(Editado 5 minutos después.)

↓ Respuestas ↓

Anónimo A (OP), hace 4 meses[^] [v] #4,353

LOS RUIDOS DEL ALBA
I

Te repito que descubrí el silencio
aquella lenta tarde de tu nombre mordido,
carbonizado y vivo
en la gran llama de oro de tus diecinueve años.
Mi amor se desligó de las auroras
para entregarse todo a tu murmullo,
a tu cristal murmullo de madera blanca incendiada.

Es una herida de alfiler sobre los labios tu recuerdo,
y hoy escribí leyendas de tu vida
sobre la superficie tierna de una manzana.

Y mientras todo eso,
mis impulsos permanecen inquietos,
esperando que se abra una ventana para seguirte
o estrellarse en el cemento doloroso de las banquetas.
Pero de las montañas viene un ruido tan frío
que recordar es muerte y es agonía el sueño.

Y el silencio se aparta, temeroso
del cielo sin estrellas,
de la prisa de nuestras bocas
y de las camelias y claveles desfallecidos.

II

Expliquemos al viento nuestros besos.
Piensa que el alba nos entiende:
ella sabe lo bien que saboreamos
el rumor a limones de sus ojos,
el agua blanca de sus brazos.

(Parece que los dientes rasgan trozos de nieve.
El frío es grande y siempre adolescente.
El frío, el frío: ausencia sin olvido).

Cantemos a las flores cerradas,
a las mujeres sin senos
y a los niños que no miran la luna.
Cantemos sin mirarnos.

Mienten aquellos pájaros y esas cornisas.
Nosotros no nos amamos ya.
Realmente nunca nos amamos.
Llegamos con el deseo y seguimos con él.
Estamos en el ruido del alba,
en el umbral de la sabiduría,
en el seno de la locura.

Dos columnas en el atrio
donde mendigan las pasiones.
Perduramos, gozamos simplemente.

Expliquemos al viento nuestros besos
y el amargo sentido de lo que cantamos.

No es el amor de fuego ni de mármol.

El amor es la piedad que nos tenemos.

Anónimo B, hace 4 meses[^] [v] #4,601

chingon, gracias we, hay seguro un chingo de escritores vergas en el pais, que el tiempo y otras politicas los ha relegado, ojala empecemos a rescatar mas de nuestro pensar y contar. saludos

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